Cajas de embalaje

Caso de estudio:

Fabricación de cajas personalizadas de embalaje para Curiara Photography

El proceso de fabricación

El proceso de fabricación de embalajes de madera especializados para el transporte de marcos puede llegar a ser bastante complejo, en función de los materiales escogidos y fundamentalmente de la calidad, resistencia y protección final que se le quiera dar. Sin lugar a duda, su función principal es la de salvaguardar el contenido que vayan a portar, de ahí que el nivel de protección se puede llevar de lo más sencillo a lo más elaborado, teniendo en cuenta el valor del contenido y el trato que pueda llevar en los distintos traslados que vayan a tener que soportar. Es sabido que las empresas de transporte, si bien guardan cierto grado de cuidado, ello no siempre es así, de ahí que hayamos escogido el grado de protección que hemos considerado como más apropiado. También es importante tener en cuenta el peso, tanto del embalaje en sí, como el de su contenido, de ahí que convenga iniciar un prototipo que se ajuste a nuestras necesidades y que además nos permita manejarlo con cierta facilidad.

Aunque parece evidente que, a mayor tamaño, mayor contenido, no siempre se tiene en cuenta el peso y es algo muy a tener en cuenta. Por otra parte, el tamaño deberá ser el adecuado para poder acceder a los destinos o adaptarse al medio de transporte, por lo que el tamaño importa y mucho, sobre todo cuando hay que subir escalones, acceder a ascensores y/o montacargas, girar en pasillos o que su altura sea la adecuada para acceder al lugar al que se transporta. Todas estas advertencias parecen obvias y muchas veces se subestiman, pero lo cierto es que, si tenemos presente desde el principio todos estos parámetros, habremos solucionado muchos problemas con los que nos podríamos encontrar a la hora de manejar estos bultos, que, con su contenido, pueden llegar a ser muy pesados y difíciles de manejar.

Escoger los materiales a utilizar

En nuestro caso, el material escogido ha sido la madera, concretamente, tablero de rechapado de 15 mm de espesor. Este material es lo suficientemente resistente por sus características, ya que, al ser rechapado, las fibras de la madera están cruzadas y ello ayuda a que este material tenga un comportamiento relativamente homogéneo en cuanto a contracción o dilatación. Dependiendo de la duración y resistencia que queramos que tenga este contenedor y las veces que los vayamos a utilizar, hemos incorporado madera de pino, en forma de listones, colocados perimetralmente y que nos harán la función de mártires en los posibles golpes que pueda recibir en los distintos traslados o manipulación que realicemos con estas cajas que nos sirven de contenedor para los marcos y la obra artística que pretendemos preservar. Utilizaremos además herrajes y bisagras de acero inoxidable, por su duración y acabado. Al interior de las cajas le incorporamos cintas de un perfil esponjoso de goma, cuya finalidad es la de amortiguar los posibles impactos que se puedan dar en el interior de las cajas, entre los marcos y la madera de dichas cajas. Además, para facilitar el deslizamiento de los marcos al introducirlos en las cajas, sin despegar las tiras de goma esponjosa, utilizaremos una tela de tipo polar con la que forraremos totalmente el interior, tanto del fondo, como de los laterales.

Preparación y montaje

En primer lugar, hacemos una estimación del peso del contenido, al que se le incorporará el peso de los materiales necesarios para la fabricación del continente y que nos permita una manipulación del conjunto. Realizaremos el corte de madera considerando la sobredimensión que necesitaremos por los elementos que incorporamos en el interior de la caja, en nuestro caso, nos referimos al perfil esponjoso y la tela utilizada que cubrirá dicho material. Por tanto, partiendo del número de unidades que se incorporarán en la caja y los elementos protectores que lleven individualmente cada marco, además sumaremos el espesor de este elemento esponjoso, y el forro interior de tela polar.

Incorporación de las asas

Una vez cortadas las seis caras de la caja, lo primero que realizamos es la incorporación de las asas que se utilizarán para sujetar y mover las cajas. En este caso, la que mejor nos ha resultado es la de cintas del tipo utilizado para las persianas y a las que le incorporamos unos trozos de manguera de PVC, con el fin de que, al manipular las cajas, estas asas sean flexibles y suficientemente ergonómicas para que no nos lastimen las manos. La sujeción de esta cinta lo haremos por la parte interior y sujetas mediante grapas clavadas con una pistola neumática.

Incorporación de las tiras perfiles esponjosos

A continuación, incorporaremos las tiras perfiles esponjosos autoadhesivos, tanto en la pieza de madera que conformará el fondo de la caja, como los restantes cuatro lados que conforman los parámetros verticales del contenedor, todo ello antes de comenzar a ensamblar la caja.

Una vez realizada la colocación de estos parámetros que nos ayudaran a que interiormente no se golpeen los marcos contra los laterales o el fondo, nos disponemos a cubrir o más bien forrar, cada uno de los tableros que conforman el fondo y los parámetros verticales.

Incorporación de la tela protectora

Realizaremos el grapado de la tela longitudinalmente, previo corte de la misma y realizando la doblez hacia el interior, lo cual también ayuda a tener mejor sujeción en el momento del grapado y sujeción propiamente de la tela.

Incorporación de los parámetros verticales

Realizados los trabajos con la tela, tanto de los parámetros verticales, como el fondo, se procede al ensamblaje de los parámetros verticales, extendiendo longitudinalmente cola blanca de carpintero. Se encuentran inicialmente dos de los tableros, se sujetan mediante un clavado neumático con el fin de alinear las partes, y a continuación, se atornillan con tirafondos de longitud suficiente lo que ayudará a mantener con más firmeza la unión entre ambos tableros. Una vez clavados, encolados y atornillados los cuatro parámetros verticales, se hace una comprobación a escuadra y diagonalmente entre los interiores.

El montaje del fondo de la caja

Finalmente se realiza la operación similar que el realizado anteriormente, pero en este caso con el fondo de la caja, la cual ya teníamos previamente preparada con las tiras de goma esponjosa y forrado de tela. Hay que tener en cuenta que el fondo sustentará la mayor parte del peso, puesto que todo el contenido supone la parte más importante contenido en la caja, nos aseguraremos proveer con tornillos suficientes para evitar así un desfondado del contenido.

El montaje de la tapa

Cortamos a la longitud adecuada la bisagra tipo piano, con el retranque suficiente para que quede sobre el interior de la caja, tal como figuran en la imagen, para su posterior presentación y atornillado, en primer lugar, en la tapa y posteriormente sobre la caja.

Incorporación de los perfiles de refuerzo

Una vez montada la tapa, nos disponemos a cortar los perfiles que se ajusten a ella a modo de refuerzo, y de igual forma, los que estarán en la base de la caja. Dejaremos espacios para los herrajes de cierre y procederemos al encolado y clavado de dichos perfiles.

Refuerzos horizontales

El resultado con este refuerzo podría parecer suficiente, si bien entendimos que era mejorable.

Refuerzos verticales

Agregamos refuerzos verticales, ya que también son zonas vulnerables a los golpes durante el manipulado de la caja. El incremento en el volumen de la caja, compensa por la aportación de solidez y sujeción de los parámetros verticales.

Acabado final

Taparemos las juntas con pasta de madera, lijaremos y le daremos un acabado fino para posteriormente proteger la caja con barniz al agua de fondo y barniz al agua de color oscuro.

Consideramos adecuado poner sobre el fondo unos listones de madera maciza, con el fin de preservar el fondo de la caja, pero sobre todo para facilitar el arrastre de la caja, ya que de esa manera la superficie de contacto en menor y por tanto menor la resistencia por fricción con el suelo.

Incorporación del logo personalizado

Por último, una vez protegida la madera, se le incorpora un tablero con el logo representativo de la firma que encargó la caja, personalizando así la misma. La sujeción de la misma se realizó mediante tornillos con cabeza ciega en el exterior e interiormente con tuerca ciega. No se ha encolado esta chapa, por si se quiere reutilizar.